Miguel Naranjo Saá (AFE 994)
Como sabemos, la primera emisión de sellos ecuatorianos dejó de circular el 31 de agosto de 1873, pues a partir del día siguiente debían utilizarse únicamente las estampillas dentadas de la segunda serie.
Al menos, eso era lo que debía hacerse conforme la orden dada por las autoridades. Sin embargo, al parecer las nuevas estampillas no llegaron a todas las oficinas y éstas tuvieron que improvisar. Ese fue, sin duda, el caso de la estafeta de Santa Elena, en la provincia del Guayas, en la que sin duda faltaron las estampillas, como lo muestra la pieza que presentamos: un real amarillo bisectado, franqueado en Santa Elena el 26 de septiembre de 1873, casi un mes después de la fecha en que la estampilla debió dejar de usarse.
Se trata del uso más tardío hasta ahora reportado de un sello de la primera emisión ecuatoriana.
Al menos, eso era lo que debía hacerse conforme la orden dada por las autoridades. Sin embargo, al parecer las nuevas estampillas no llegaron a todas las oficinas y éstas tuvieron que improvisar. Ese fue, sin duda, el caso de la estafeta de Santa Elena, en la provincia del Guayas, en la que sin duda faltaron las estampillas, como lo muestra la pieza que presentamos: un real amarillo bisectado, franqueado en Santa Elena el 26 de septiembre de 1873, casi un mes después de la fecha en que la estampilla debió dejar de usarse.
Se trata del uso más tardío hasta ahora reportado de un sello de la primera emisión ecuatoriana.
Imagen recuperada de la coleccion Ex Olgieser, del artículo de Miguel.
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