Desde los viajes iniciales de Colón a America,
inicia también la comunicación de correo marítimo entre las nuevas tierras hacia
el viejo continente y viceversa, el transporte del correo dependía por entero
del apoyo brindado por oficiales y tripulación voluntarios, sin embargo al
aumentar la demanda y hacerse evidente la irregularidad del transporte; por
medio de Cedula Real el 14 de mayo de 1514 se otorga a perpetuidad a Lorenzo
Galíndez de Carvajal como Correo Mayor de Indias, es decir, a cargo del servicio
de correo en América.
Respecto del correo marítimo, este fue objeto de
mejoras a lo largo del tiempo, tanto para efectos de regular las frecuencias,
el transporte usado y otros aspectos; sin embargo, debido a la seguridad o
falta de ella en ultramar, los remitentes se veían en la obligación de enviar
sus comunicaciones de manera múltiple (dos, hasta 6 copias) e incluso por
diferentes rutas.
Figura. 1782 - Comunicación oficial del rey de
España – Carlos III dirigida hacia Quito
El Reglamento Provisional del Correo Marítimo
de 24 de agosto de 1764, establece un gran avance en la formalización del transporte
y tarifas de correo marítimo de España. La correspondencia saldría mensualmente
desde A Coruña, hasta el de La Habana (con escalas previas en San Juan de
Puerto Rico y Santo Domingo). Desde allí se reenvía la correspondencia hacia Veracruz,
tierra firme y Perú, en el último caso a su vez se remitía el correo hacia el
Ecuador tanto por tierra como por mar ingresando desde Guayaquil. Es de suponer
que la misma ruta se usaría para el envío de correo, es decir desde Ecuador saliendo
de Guayaquil a Perú, la Habana y de vuelta a España.
Figura. Ruta de Transporte de Correo Marítimo desde
A Coruña a puertos de América del Pacífico Sur.
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