lunes, 14 de marzo de 2016

SCADTA en Ecuador: Serie de 10 capítulos (VIII)

por: Italo Bongiovanni

CAPÍTULO 8: COMO LOS ESTAFADORES SE LLENARON EL BOLSILLO

En la segunda mitad de los años treinta, llegaron al mercado filatélico tres productos supuestamente pertenecientes a Ecuador, de alto impacto económico: una serie llamada RECHAZADA, el 75Cts75 y las variedades del 1 SUCRE de la serie PROVISIONAL de 45º. Estos tres productos podrían ser cuatro si se logra demostrar que la cantidad de ejemplares circulantes del 50Cts50 es demasiada. Pero esto hace parte de otro estudio que se presentará más adelante. 

Los tres productos eran caracterizados por ser de alta calidad, MINT y con una historia, para la serie “rechazada”, suficiente para convencer a los filatélicos, que generalmente no hacen muchas preguntas, y pagan caro cualquier ejemplar que falta en sus colecciones. 

Del 75Cts75 ya escribí abundantemente en mi libro "LOS TREINTA MESES DE LA SCADTA EN ECUADOR"; en él está ampliamente demostrada su falsedad y es claro que fue producida en la mitad de los años treinta. Escribiendo acerca de esta estafa, no me había sido claro cómo fue posible utilizar los moldes originales, los mismos caracteres tipográficos, la misma tinta, transfiriendo todo en otra diferente tipografía. La idea, como escribí, que un empleado de SCADTA, terminado el periodo de actividad de la Compañía en Ecuador, hubiese retirado todo el material no me dejaba totalmente satisfecho. Todo el material en las manos de una persona: sí, pero ¿dónde imprimir?. La serie llamada “rechazada” fue la clave para entender todo. Su calidad elevada, como ya dije, la pone sin duda después de la PROVISIONAL de 45º, pero presupone máquinas para imprimir, dentar, engomar y mucha tecnología para hacer pruebas y detallar la producción. Una inversión que se volvía posible si se trataba de imprimir 30.000 estampillas, más el 75Cts75, más otros 50Cts50, más las variedades del sello de 1 Sucre de 45º.




Ningún problema legal: inventar una serie nunca existida no es reato, ni lo es crear variedades de sellos que no tienen curso legal. La inversión era alta pero la ganancia se puede evaluar en algunos millones de dólares actuales. 

¿Toda fantasía? Señores filatelistas, no existía posibilidad de producir la serie rechazada en Ecuador en 1928, seguramente lo fue en los años 35-36 y tiene la firma del productor: en el margen derecho se lee de abajo en arriba: Artes Gráficas Senefelder. Con esto no se quiere presentar el dueño de la imprenta como posible culpable. Él no tenía conocimientos filatélicos suficientes para evaluar las posibles ventajas de tan gran operación ni conocía el mercado filatélico e imprimió seguramente bajo pedido. ¿De quién?

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